viernes, 13 de julio de 2007

Preparen,... apunten.... fuegoooo!!!

Dicen que las palabras el viento se las lleva, en cierta manera eso es cierto, pero siempre vuelven y quedan como marcadas en piedra en el corazón. También dicen que las palabras matan, pero también es cierto que salvan si son dadas en el momento preciso. Además que son como un bumeran. Es como cuando se va a usar un arma, claro! cuando se está practicando el uso de la misma....(preparen, apunten, fuego!)
Las palabras son armas de doble filo, más dura que un golpe y más certeras y fulminates que una misma bala en el centro del corazón.
Las hay de todos los estilos, de todos los calibres, tamaños y hasta colores, inclusive las silenciosas tanbién las incluímos porque dicen mucho aunque no se pronuncien.
Dependiendo de las situaciones, con una sola palabra o matamos a alguien o la salvamos. Por ejemplo podemos decir: fuera!, adios!, muérete!, lárgate!, te odio!, no te amo! (son dos, tres palabras que unidas también a las expresiones, cumplen una función), no hubieras nacido!, te hubiera preferido mongolito!, no te quiero ver más!, ladrón!, no eres mi hijo!, no soy tu padre!, algunas también cargadas de lizuras, el sí! y el no! (que cumplen ambas también una doble función) y el silencio, donde las miradas son las que matan y el silencio lo dice todo, unido a ello una lágrima o varias resbalando por la mejilla.
Ahora, podemos salvarle la vida incluso a alguien con tan sólo decirle sí!, no!, te amo!, te quiero!, eres importante, gracias!, estoy contigo!, cuenta conmigo!; hola!, cuídate, una sonrisa, un abrazo, un apretón de manos, palmadas en la espalda, silencio y cruce de miradas.
Todo ello contribuye a salvar o matar a alguien, ya sea literalmente hablando o físicamente, donde terminamos siendo culpables tácitos ante una situación determinada.
Por eso, debemos medir el calibre de nuestras palabras, de nuestros actos, basta un minuto, un segundo, para cambiar el rumbo de nuestras vidas y la de los demás.
Nosotros marcamos la diferencia. Antes de disparar, detengámonos un segundo.... si actuamos como locos o animales, herimos a quienes más queremos, pero si pensamos un poco, podremos salvar incluso a quienes no conocemos.
Este no es un anuncio a la comunidad, sino un disparo directo a tu corazón! Piénsalo y marquemos esa diferencia. De nosotros depende el cambio. Empecemos por casa, por nuestro corazón.
Cuenta conmigo.

Joy

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